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La Argentina cuenta con una superficie de producción de tomate bajo invernadero de poco más de 1000 hectáreas, destinadas principalmente al mercado interno. Esto determina la necesidad de contar con técnicas de bajo costo para el control de las
temperaturas extremas
♦ Entre los principales productos hortícolas
para mercado fresco en la Argentina se encuentra
el tomate, con producción continua durante
todo el año debido a la extensión en latitud y a
la diversidad de ambientes. Esto determina una
zonificación de la producción en directa relación
con la temperatura media de cada lugar.
Las principales regiones de producción son: el
Noroeste, Noreste, Litoral Sur, Buenos Aires y
Semiárida-Sur (Figura 1). La producción se realiza
tanto en condiciones de aire libre como en
invernadero en un total aproximado de 10.000
hectáreas de las cuales cerca del 10% corresponde
a cultivos de invernaderos. En cada
región la temperatura se transforma en una ventaja
competitiva o en un factor limitante debido
a la ocurrencia de temperaturas extremas. La
región del NOA, con un clima subtropical a tropical,
produce tomate desde abril a octubre,
existiendo dos subregiones bien definidas en
función de las condiciones de temperatura: en
Tucumán, sur de Salta y Jujuy una frecuencia
anual de tres heladas permite la producción de
tomate al aire libre o con protección de barandillas;
en el norte de Salta y Jujuy existen zonas
reservadas con una frecuencia de heladas de
uno en cincuenta años, habilitándola para la
producción al aire libre en pleno invierno. La
superficie cultivada en invernadero alcanza las
100 hectáreas.
La región del NEA representa una de las zonas
con mayor concentración de invernaderos del
país, ubicados en su mayoría en Corrientes,
principalmente sobre la costa del río Paraná, y
una porción menor en Formosa y Chaco. En esta
zona, la frecuencia de heladas es mayor que en
el NOA, aunque no constituye un problema serio
de daño de plantas en cultivo bajo invernadero
debido a su escasa duración e intensidad; en
cambio, los daños por enfriamiento alcanzan
una alta inicidencia. La superficie de cultivo
bajo invernadero es de alrededor de 700 ha de
las cuales el 60% están dedicadas a tomate con
producción de mayo a diciembre.
La región Litoral Sur presenta clima templado
con una importante frecuencia de heladas, siendo
una región poco importante en producción
de invernadero con aproximadamente 20 hectáreas
destinadas a tomate.
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